Mamá Emprendedora, la importancia de tu formación
Les cuento algo, ser Emprendedora hasta hace algunos años estaba fuera de mi radar, yo estaba muy a gusto en una oficina, en una serie de actividades cíclicas, pero confiables, cada vez más controladas, justo como a mí me gusta tener las cosas, porque les confieso, tengo esa pequeña obsesión.
Según mi plan de vida, iba por el camino correcto: estudiar, encontrar un trabajo, casarme, tener hijos, viajar (aunque sea cuando mi jefe me daba vacaciones)… qué seguía?, jubilarme y vivir feliz por el resto de mi vida.
Pero no!! Tenía que llegar el día que una voz dentro de mí me cuestionó si era lo que quería por los siguientes 10 años, sentí un agujero enorme dentro de mi pecho y supe que no podía seguir así. Después de un ligero empujoncito no me quedó de otra que emprender sin saberlo.
Ya tenía esa idea, quería mi propia empresa, y ya la tenía, pero no sabía todo lo que sé ahora, sobrevivió unos meses y después… a probar con otra cosa.
Eso es lo que me ha mantenido es este camino: nunca lo he visto como fracaso.
Inmediatamente me surgen otras opciones, sólo es cuestión de prestar atención, analizo lo que pasó, gracias a esa personalidad de control y me aseguro de estar pendiente que no vuelva a suceder.
Te soy sincera?… he tratado y tratado en exceso, a veces funciona, a veces no. Y ese “a veces no” es lo que más me ha dado conocimiento.
Estar en este camino no es sencillo, pero es muy emocionante, y deja mucha satisfacción y conocimiento de que puedes hacer lo que quieras, incluso si considerabas que no puedes hacerlo.
Te invito a reflexionar acerca de tus logros y de tus aprendizajes, todo aquello que no salió como esperabas, pero que seguramente te ha dejado una lección.
Te invito a sentir todo lo que has crecido desde que iniciaste con un negocio, eres toda una emprendedora y más, eres una Mamá Emprendedora, ¿te has dado cuenta?
Ahora sólo falta revisar tu formación como emprendedora, cuando me di cuenta que necesitaba de apoyo y conocimiento fue cuando todo empezó a despegar, si bien iba por el camino correcto yo no lo sabía y además avanzaba muy lento. Me hacía falta la estrategia.
Hay maneras muy sencillas de avanzar más rápido y por el camino correcto, y son con una guía, enfocar todas tus fuerzas hacia lo que sabes que funciona te ahorra mucho tiempo, dinero y frustración.
No hay fórmulas, pero si hay caminos y si los recorres acompañada resulta ser mucho más fácil y divertido.